miércoles, 13 de abril de 2011

Valencia

Valencia, estás bañada por el mar y acariciada por las olas. Tu brisa fresca en mis siestas de verano es mi aliada . Regalo de azahar entre tus huertas inundadas. Viste pasar a fenicios, griegos, romanos, árabes y berberiscos piratas, todos te anhelan pero nadie te atrapa.

Moros y cristianos en las estrechas calles de tus pueblos serenos se atizaban, donde castillos ya derruidos que un día se erigieron esplendorosos, comparten ahora el espacio con chumberas y zarzas.

Ya pasó la guerra y llegó la paz, quedan tus calles en silencio, solo perturbadas en la tarde por algún gato insomne y un televisor lejano con una telenovela que es una lata.

Valencianos, amigos del ruido y de la fiesta. La noche es vuestra sala de espera, para la reunión ritual de cada mañana. Amanecer en la playa y adoración al Dios Sol con churros, fartons y horchata. Sol agradecido bañas con tu luz que se refleja en tus ardientes arenas, agradecido refugio de parejas enamoradas.

Tus campos exprimidos rezuman el gran regalo cítrico famoso en el mundo entero.Sorolla te pintaba, Serrat te cantaba, Blasco Ibañez te escribia... y yo, he hecho esta serenata...

Me voy a la cama...

martes, 5 de abril de 2011

Sección de nuevos inventos: el pinganillo traductor

Se acabó aprender idiomas... existen ya aparatos que pasan a texto la voz... existen otros que traducen bastante bien un texto... y, por último, hay artefactos que pasan de texto a voz... en definitiva... lo metemos todo en uno y tenemos un chisme en el que hablas por un lado y por el otro te escuchan en otro idioma...

El invento me lo imagino como los manos libres de los móviles. Iríamos por la calle con el pinganillo conversando con la gente sin importarnos la torre de babel global.

Sólo hay un problemilla... es muy sencillo que el micrófono escuche nuestra propia voz, pero ¿cómo recoge la voz del interlocutor? tendríamos que acercarle el micrófono y eso es poco elegante... la solución sería que el otro llevara un chisme similar al nuestro... pero intenta convencer a un londinense que jamás ha necesitado aprender un idioma que se ponga un pinganillo para hablar con un foráneo...

Bueno, pero no todo está perdido. Estos cacharros serán muy útiles en reuniones de trabajo con personas de varios paises o entre amigos sinceros, que no tendrían problema en colocarse el "parato"...

Me tengo que marchar... voy a la oficina de patentes...