sábado, 26 de noviembre de 2011

Una ecuación matemática para demostrar de dónde proviene la vida

Hace unos días, mientras estaba en mi clase de ciclo, o spinning o como se llame, sudando como un pollo, tuve una iluminación. La gente se concentra en seguir el ritmo de la música, pero yo miré hacia dentro y seguí mi ritmo interior.

Se me ocurrió que podría existir una fórmula matemática para demostrar si la vida se creó en la tierra o no, y cómo y quién nos creó.

Lo que se trataría de ver es cuánta concentración de inteligencia hay en la naturaleza comparada con la humana, por metro cuadrado, y analizar si la naturaleza terrena ha sido suficientemente lista durante estos miles de millones de años para crear lo que es la vida en la actualidad, o hemos necesitado alguna ayuda... cosa que está ahora tan de moda con esto de las deudas periféricas.

Para ello, voy a compararla con el esfuerzo que debería realizar el ser humano para imitar la vida por sus propios medios. Utilizaré medias matemáticas, esas que dicen que si tengo dos pollos y tu ninguno, de media tenemos un pollo cada uno. Para este caso van a resultar útiles.

Aquí tenéis la fórmula... La vamos a llamar Fórmula de la vida. Dividimos la superficie total del mundo donde se puede haber desarrollado la vida a lo largo de la historia de la tierra entre la totalidad de capacidad de creación del ser humano para crear la vida tal y como la conocemos...

Id = (Tv x Sv x Fv)/(Tp x Np x Fp)

Y ¿qué resultado da? Pues exactamente 356 km2 por habitante. Esto significa que, para hacernos una idea, para un territorio media (supongamos, quizá, un prado asturiano), lo que ha tenido que “pensar y hacer” la naturaleza para llegar a la situación actual es equivalente a la inteligencia de una persona por cada 356 km2 (más o menos la mitad de la superficie de la ciudad de Madrid)

Pero no es un “pensar y hacer” normal de cualquier ser. Yo, por mucho que piense, no voy a hacer que crezca más mi nariz, o me salga un nuevo brazo. Es un “pensar” del estilo de un científico que se pusiera a meditar durante mucho tiempo y, tras complicados cálculos y utilizando sofisticados aparatos, y una vez recibida gran formación, realizara complejos experimentos que iría perfeccionando día a día, a partir de los cuales consiguiera, por ejemplo, tomates azules (aunque no lo imaginéis, realmente, sí que existen tomates azules, azulísimos, son transgénicos y se utilizan en medicina). Sin embargo, pensemos que la naturaleza no tiene ni brazos, ni cerebro, ni formación, ni herramientas de cálculo, ni de experimentación, ni ensayo y error ni de análisis de resultados de porqué han fallado las cosas y vuelta a repetir el experimento... Además, los arquitectos de la vida, supuestamente, no tienen vida y quizá lo han hecho todo por azar.

Quizá mis cálculos no están bien hechos o falta algún factor más. Para calcular bien cada parámetro, daría para hacer un libro. Doy una herramienta más que una solución.

Ahora podemos pensar ¿es posible que la naturaleza piense tanto como sale el resultado de la fórmula? ¿o es poco?

Si el valor es razonable, podría significar que la vida se ha creado sola en la tierra (si es que “piensa sola”) ... si no lo es, podría ser que “alguien” la ha creado previamente (quizá Dios... quizá seres muy avanzados que juegan a crearnos y se divierten poniéndonos piedrecitas en el camino...), o que la vida viene de otro lugar... en realidad, el trabajo más duro es hacer la primera célula, y si el trabajo te lo dan ya hecho todo iría más rodado, de forma que hace 4.000 millones de años llegarían a la tierra unas cuantas células que se multiplicaron.

Le he dado al hombre una cierta ventaja, porque desde que se puso “manos a la obra” hace 3.000 años ya estaba en condiciones de ir haciendo cosas. La naturaleza empezó de cero, nada de nada de inteligencia.

Esta es una pequeña aproximación a la incógnita global. Aquí hablo de la complejidad de hacer la vida. Si empezamos a pensar en la complejidad de construir un universo completo, o infinitos universos como el nuestro hasta arañar la nada universal... igual necesitamos el equivalente a un trillón de einsteins... o quizá siga siendo poco...

Notas finales

Para el que no se lo crea, que serán muchos, os indico cada uno de los términos y las hipótesis que he seguido:
  • Tv: tiempo transcurrido desde que se creó la vida en la tierra. He visto en la wikipedia que han pasado ya 4.000 millones de años.
  • Sv: superficie de la tierra sobre la cual se ha desarrollado la vida. Excluyo las zonas sumergidas (sobre todo hay vida cerca de los continentes), es decir, 150 millones de km2.
  • Fv: Factor de corrección, se aplica debido a que no siempre hubo mucha vida, al principio unas bacterias y muchos volcanes. Voy a suponer que de media, en estos 4.000 millones ha habido la cuarta parte de vida que ahora. Es decir 0,25
  • Tp: tiempo que va a tardar la humanidad en crear seres iguales a los actuales por sus propios medios. Aquí elucubro, supongo que 1.000 años. Le tenemos que añadir el tiempo desde que hay seres humanos, como antiguamente la población era muy escasa, suponemos que todo comenzó en el año 1.000 antes de cristo. O sea, en total, 4.000 años.
  • Np: Número de personas medio desde el inicio de la humanidad hasta la actualidad, y de aquí en adelante hasta que se consiga replicar la naturaleza tal y como es. Estoy suponiendo que de aquí en adelante llegamos hasta 10.000 millones de habitantes en el mundo. Salen, lo creáis o no, 2.439 millones de habitantes.
  • Fp: es un factor que corrige el grado de aprovechamiento de la inteligencia y de las capacidades humanas a lo largo del tiempo de personas del futuro respecto a las actuales. No es lo mismo, por ejemplo, hacer cálculos con un ábaco que con computadoras. Supongo que es 0,01 para alguien del año 1.000 antes de cristo, 1 para la persona actual y 100 para el lumbreras de dentro de 1.000 años.
  • Id: es el resultado final, Inteligencia distribuida. Km2/habitante