jueves, 5 de enero de 2012

Cómo podemos salir de la crisis...?

Y hoy la solución a todos los problemas universales...

Demasiado pretencioso. En realidad, no tengo ni puñetera idea de cómo solucionar los problemas de este mundo. Sólo busco promover un cambio de conciencia para aquel que me escuche. Abrir el abanico de posibilidades y ver que piensan y sienten los que son diferentes a nosotros. Explicar las cosas no significa justificarlas.

Si cuando te vas a casa, después de intercambiar pareceres con alguien, y a pesar de que hayas defendido tu posición, crees que bajo ningún concepto nada de lo que ha dicho el otro tiene aplicación en ningún caso, tal vez necesites seguir leyendo...

No quiero ser moralista, para serlo debería predicar con el ejemplo y yo, no necesariamente lo hago, sin embargo sí puedo creer que, al menos aproximarse a lo que digo puede ser saludable para nuestra sociedad. Además, lo que busco es no excluir a nadie porque piense distinto que yo (Siempre que no me quiera sacudir, claro. Me aburriré si hablamos y nadie mueve su posición ni un milímetro).

Nuestra preparación personal para el cambio


Los cambios importantes en nuestra vida surgen de distintas maneras. A veces somos arrastrados por los acontecimientos, otras, están llevados por nuestros impulsos, y, en ocasiones, hemos llegado a decidir libre y racionalmente por nosotros mismos.

Trasladado a los cambios que queremos para el mundo, creo que conviene que sean meditados y consensuados. Si nos dejamos llevar por nuestros impulsos, la ansiedad por el cambio nos hará prescindir del cálculo de riesgos y de la opinión de los contrarios. Será la ley del más fuerte que decide el destino. De esta manera, las decisiones rara vez llevan a resultados positivos. Pronto aparecerán los inconvenientes que no habíamos imaginado y los opuestos al cambio rápidamente promoverán volver a la situación inicial. No todos los cambios tienen botón de deshacer como en Windows. Sabemos cuando entramos pero no cuando salimos.

Y en todos los cambios, siempre aparecen manos hábiles en la sombra que piensan y deciden por los demás. Lo que llamamos élites y que aprovechan la energía inicial de las masas para llevarlas a su terreno.

Las élites son inevitables, son profesionales del poder y los demás somos aficionados. Estamos condenados a que nos manden, porque en su área son más listos que nosotros, lo queramos o no. Bajo mi punto de vista, tan élite es el petrolero o banquero que mueve recursos como el campesino o beduino que sabe mover una masa y arrastrarla a una revolución. Nos importa lo que dicen, pero ¿les importa lo que decimos?

¿Sirve de algo intentar ser tolerantes y universales cuando alguien en la sombra decide lo que tenemos que hacer? ¿Merece la pena el esfuerzo?

Las élites causan problemas a la sociedad pero también beneficios que raramente se perciben, debido al odio que se les profesa. Incluso los denostados bancos son imprescindibles. Cualquier proyecto de ciertas dimensiones que no puede ser abordado por una persona individual necesita un apoyo externo organizado. Me da igual que el banco sea privado o que sea público, porque siempre va a tener un responsable al frente con poder.

Eso sí, no podemos ser unos primos ante actuaciones inaceptables. Pero creo que tampoco podemos reventar instituciones si no estamos seguros que la alternativa que planteamos es mejor. Creo que la mejor estrategia es el desgaste sostenido. Se trata de morder en las canillas al infractor de forma sostenida. Cada uno verá actuaciones inaceptables según su signo político. Dediquémonos a roer todos, acostumbrémonos a ello. Pero antes de ello, mejor que sepamos lo que dicen las dos partes y que no nos domine el corazón.

Utilización de recursos naturales


Estamos haciendo un gasto muy grande de los recursos naturales sin reparar en lo que vamos a dejar a las generaciones futuras. Asumir que la tecnología podrá con todo no vale porque nos puede fallar. Aunque algo se ha avanzado en el tema. Estoy hablando de la siguiente burbuja a la que tenemos ahora y que, en el fondo, la tenemos flotando por ahí.

Propongo es que un organismo internacional lo más independiente posible establezca una valoración económica para cada recurso tanto bajo el punto de vista de reparación ambiental como el de pérdida de recursos. De forma que el impacto de un producto o una obra sea cero. Parece difícil, pero hoy por hoy ayudados con los ordenadores se pueden hacer maravillas.

Nos sorprenderíamos con ello, y veríamos que hay obras que aparentemente nos parecen muy interesantes, pero que, a medio plazo, son muy costosas. Pensemos en los ganaderos de La Mesta desde el siglo XIII, para ellos fue muy conveniente crear pastos para sus ovejas en Castilla, lo cual les dio prosperidad, pero ahora tenemos una región bastante pelada y pobre.

Por ejemplo, para la construcción de una autopista se podría considerar:

  • El coste de desarrollar un vergel en otro sitio por una superficie equivalente a la destrozada.
  • Para todos los materiales utilizados, considerar el coste de volver a convertir la correspondientes plantas de producción en vergeles (en el porcentaje correspondiente claro) ahí entraría el cemento producido en una planta cementera, la grava que proviene de una cantera, el asfalto de la carretera (y el combustible de los camiones que lo han traído) producido en una refinería, la planta que ha construido los camiones de la obra...
  • Establecer otro coste adicional por el daño ambiental creado en la producción de todos esos materiales: emisiones a la atmósfera (plantación de árboles equivalentes para absorber el CO2 producido debido a la obra), vertidos al agua (coste de limpiar y dejar como una patena un río que hubiera recibido esos vertidos) y residuos (coste de convertir en algo sano la porquería generada)
  • Hay un coste irreparable de pérdida de recursos. Por ejemplo, el combustible quemado que jamás volverá. Con el petróleo se puede hacer combustible pero también preciado plástico. No podemos suponer que la ciencia en el futuro hará mejores materiales procedentes de otras materias primas. Las generaciones venideras recibirán lo que les demos. Por desgracia, me parece muy complicado de calcular este coste.
Bueno, pues ahí queda eso, ya me gustaría saber llenar la playa de arena... pero me tengo que quedar en unos cuantos granitos...

sábado, 26 de noviembre de 2011

Una ecuación matemática para demostrar de dónde proviene la vida

Hace unos días, mientras estaba en mi clase de ciclo, o spinning o como se llame, sudando como un pollo, tuve una iluminación. La gente se concentra en seguir el ritmo de la música, pero yo miré hacia dentro y seguí mi ritmo interior.

Se me ocurrió que podría existir una fórmula matemática para demostrar si la vida se creó en la tierra o no, y cómo y quién nos creó.

Lo que se trataría de ver es cuánta concentración de inteligencia hay en la naturaleza comparada con la humana, por metro cuadrado, y analizar si la naturaleza terrena ha sido suficientemente lista durante estos miles de millones de años para crear lo que es la vida en la actualidad, o hemos necesitado alguna ayuda... cosa que está ahora tan de moda con esto de las deudas periféricas.

Para ello, voy a compararla con el esfuerzo que debería realizar el ser humano para imitar la vida por sus propios medios. Utilizaré medias matemáticas, esas que dicen que si tengo dos pollos y tu ninguno, de media tenemos un pollo cada uno. Para este caso van a resultar útiles.

Aquí tenéis la fórmula... La vamos a llamar Fórmula de la vida. Dividimos la superficie total del mundo donde se puede haber desarrollado la vida a lo largo de la historia de la tierra entre la totalidad de capacidad de creación del ser humano para crear la vida tal y como la conocemos...

Id = (Tv x Sv x Fv)/(Tp x Np x Fp)

Y ¿qué resultado da? Pues exactamente 356 km2 por habitante. Esto significa que, para hacernos una idea, para un territorio media (supongamos, quizá, un prado asturiano), lo que ha tenido que “pensar y hacer” la naturaleza para llegar a la situación actual es equivalente a la inteligencia de una persona por cada 356 km2 (más o menos la mitad de la superficie de la ciudad de Madrid)

Pero no es un “pensar y hacer” normal de cualquier ser. Yo, por mucho que piense, no voy a hacer que crezca más mi nariz, o me salga un nuevo brazo. Es un “pensar” del estilo de un científico que se pusiera a meditar durante mucho tiempo y, tras complicados cálculos y utilizando sofisticados aparatos, y una vez recibida gran formación, realizara complejos experimentos que iría perfeccionando día a día, a partir de los cuales consiguiera, por ejemplo, tomates azules (aunque no lo imaginéis, realmente, sí que existen tomates azules, azulísimos, son transgénicos y se utilizan en medicina). Sin embargo, pensemos que la naturaleza no tiene ni brazos, ni cerebro, ni formación, ni herramientas de cálculo, ni de experimentación, ni ensayo y error ni de análisis de resultados de porqué han fallado las cosas y vuelta a repetir el experimento... Además, los arquitectos de la vida, supuestamente, no tienen vida y quizá lo han hecho todo por azar.

Quizá mis cálculos no están bien hechos o falta algún factor más. Para calcular bien cada parámetro, daría para hacer un libro. Doy una herramienta más que una solución.

Ahora podemos pensar ¿es posible que la naturaleza piense tanto como sale el resultado de la fórmula? ¿o es poco?

Si el valor es razonable, podría significar que la vida se ha creado sola en la tierra (si es que “piensa sola”) ... si no lo es, podría ser que “alguien” la ha creado previamente (quizá Dios... quizá seres muy avanzados que juegan a crearnos y se divierten poniéndonos piedrecitas en el camino...), o que la vida viene de otro lugar... en realidad, el trabajo más duro es hacer la primera célula, y si el trabajo te lo dan ya hecho todo iría más rodado, de forma que hace 4.000 millones de años llegarían a la tierra unas cuantas células que se multiplicaron.

Le he dado al hombre una cierta ventaja, porque desde que se puso “manos a la obra” hace 3.000 años ya estaba en condiciones de ir haciendo cosas. La naturaleza empezó de cero, nada de nada de inteligencia.

Esta es una pequeña aproximación a la incógnita global. Aquí hablo de la complejidad de hacer la vida. Si empezamos a pensar en la complejidad de construir un universo completo, o infinitos universos como el nuestro hasta arañar la nada universal... igual necesitamos el equivalente a un trillón de einsteins... o quizá siga siendo poco...

Notas finales

Para el que no se lo crea, que serán muchos, os indico cada uno de los términos y las hipótesis que he seguido:
  • Tv: tiempo transcurrido desde que se creó la vida en la tierra. He visto en la wikipedia que han pasado ya 4.000 millones de años.
  • Sv: superficie de la tierra sobre la cual se ha desarrollado la vida. Excluyo las zonas sumergidas (sobre todo hay vida cerca de los continentes), es decir, 150 millones de km2.
  • Fv: Factor de corrección, se aplica debido a que no siempre hubo mucha vida, al principio unas bacterias y muchos volcanes. Voy a suponer que de media, en estos 4.000 millones ha habido la cuarta parte de vida que ahora. Es decir 0,25
  • Tp: tiempo que va a tardar la humanidad en crear seres iguales a los actuales por sus propios medios. Aquí elucubro, supongo que 1.000 años. Le tenemos que añadir el tiempo desde que hay seres humanos, como antiguamente la población era muy escasa, suponemos que todo comenzó en el año 1.000 antes de cristo. O sea, en total, 4.000 años.
  • Np: Número de personas medio desde el inicio de la humanidad hasta la actualidad, y de aquí en adelante hasta que se consiga replicar la naturaleza tal y como es. Estoy suponiendo que de aquí en adelante llegamos hasta 10.000 millones de habitantes en el mundo. Salen, lo creáis o no, 2.439 millones de habitantes.
  • Fp: es un factor que corrige el grado de aprovechamiento de la inteligencia y de las capacidades humanas a lo largo del tiempo de personas del futuro respecto a las actuales. No es lo mismo, por ejemplo, hacer cálculos con un ábaco que con computadoras. Supongo que es 0,01 para alguien del año 1.000 antes de cristo, 1 para la persona actual y 100 para el lumbreras de dentro de 1.000 años.
  • Id: es el resultado final, Inteligencia distribuida. Km2/habitante



    sábado, 8 de octubre de 2011

    ¿Soluciones para nuestra sociedad?

    Escribo estas líneas para intentar reivindicar un debate nuevo, que involucre de verdad a toda la sociedad. Creo que de poco sirve que los que ya están de acuerdo entre si se fortalezcan exclusivamente en sus ideas, porque lo que consiguen es crean bloques, torres fortificadas frente a las ideas de los demás. Me parece que si queremos arreglar este mundo tiene que ser con el aporte de las ideas de todos, con un proyecto común en que todos, en mayor o menor medida, se vean reflejados. Que se siente la curia eclesiástica con anarquistas, insignes banqueros con funcionarios mileuristas y empresarios multinacionales con ecologistas trepa chimeneas.... que venga todo el que se quiera apuntar. Que sigan hasta que haya fumata blanca con las soluciones para este mundo.

    Perdóneseme el tono directo que pueda haber en algunas afirmaciones mías, todo es discutible, pero como en cada idea que ponga vaya poniendo “creo que” “opino que” tendría que repetir esto doscientas veces, además uno al final toma partido por algo.



    Raíces personales de nuestra verdad

    Creo que nuestras ideas no son objetivas, son emocionales, aunque luego las solemos vestir de racionalidad con argumentos e interpretaciones varias.
    Nuestras ideas se han moldeado a lo largo del tiempo y han llegado a ser lo que son por diversas razones tales como la herencia familiar, demostrar amor a nuestros padres y allegados o para llevarles la contraria y, así, reafirmar nuestro ego, por vivencias que nos han marcado, por la educación recibida, por la información recibida de los medios de comunicación y la cultura. También algo sale de nuestras entrañas puras. Seguro que hay más razones. A lo largo de nuestra vida nos habremos encontrado maestros que “saben qué es lo mejor para nosotros” y nos influirán tendenciosamente. Unas veces nos daremos cuenta y otras no.

    Por tanto, creo que nadie es dueño real de sus ideas, de alguna manera todos tenemos el cerebro parcialmente lavado y nadie, absolutamente nadie, se salva. El que menos se salva, bajo mi punto de vista, es el que se cree más libre y menos influido.

    Esta es mi opinión. ¿Tengo lavado mi cerebro con Ariel o con jabón Lagarto?



    ¿Eres tolerante?

    Para mi tolerante es el que escucha ideas contrarias a las suyas y no juzga a la persona por tener dichas ideas, sino que las juzga de la forma más objetiva posible y extrae el punto de verdad que hay en las mismas. Y el más difícil todavía, tras haber escuchado esas ideas opuestas, tener aún una sonrisa sincera para ofrecer a esa persona y, aún más, aceptar que seamos gobernados durante años por personas que tienen ideas radicalmente distintas a las nuestras y saber ver las virtudes que hay en esa forma de gobierno, para nosotros adversa, porque encontrar los defectos nos va a ser bien fácil.
    Complejo es tolerar cuando esas ideas no coinciden para nada con las nuestras y, sobre todo, cuando percibimos un peligro en el caso de que se apliquen. Este último punto es realmente el más complicado, aunque pienso que el 90% de las veces vemos peligros inexistentes, exagerados o inducidos por un manipulador y que, realmente, se pueden convertir en peligros si creemos que lo van a ser y no debatimos con la contraparte la idea propuesta.

    Y dicho esto ¿hay alguien tolerante?



    Idealistas y realistas

    Creo que todos tenemos ganas de un mundo mejor. Tenemos en mente un mundo utópico. Hay gente que cree que es posible, otra que no. Tenemos entonces a los idealistas y a los realistas.

    Dentro de los idealistas que sí creen en ese mundo utópico los hay que consideran que se puede conseguir a corto plazo mediante una revolución inmediata y otros piensan que todo será posible a largo plazo mediante una evolución de las conciencias. Son pelajes muy diferentes los de estos dos idealistas pero mezclados entre si. Se juntan el que mediante actos incluso violentos quiere cambiar la sociedad, con buenas y malas consecuencias, junto al que a través de propuestas pacifistas de oración y meditación quiere conseguir el mismo plan. En realidad son personas muy diferentes entre si.

    Los realistas creen que el mundo no va a cambiar, que los recursos van a seguir siendo escasos y que los pecados capitales de los seres humanos siempre van a estar ahí. Piensas que cada uno, por tanto, debe hacer la guerra por su cuenta. Aquí también hay dos pelajes muy diferentes. Por una parte, el realista tranquilo, trabajador, ordenado, que busca lo mejor para los suyos dentro de los márgenes que establece la ley y su propia conciencia. Por otra parte, el realista radical, ambicioso y depredador, que puede causar gran daño a la humanidad, pero a la vez gran beneficio. De cualquier manera, igual que con los idealistas, son dos pelajes muy diferentes que no se deberían confundir entre si.

    Estos 4 tipos (idealista revolucionario, idealista pacifista, realista tranquilo y realista radical) chocan todos con todos, pero, claro, quien echa más chispas es el choque idealista revolucionario con realista radical.

    Lógicamente, todos nos movemos en la escala de grises, entre esos cuatro estilos ¿cuál predomina más en ti?

    Pienso que todos los estilos tienen su papel a desempeñar en el mundo y son necesarios, pero en su justa medida. No echemos demasiada sal al cocido ni demasiada poca agua. El guiso vital necesita todos los ingredientes pero en proporciones culinarias adecuadas, si no, será intragable, que sería como tirar nuestro mundo a la basura.


    Utopía

    Yo quiero un mundo utópico. Que amemos al prójimo como a nosotros mismos. Que aseguremos la persistencia de nuestra especie y de todas las especies en armonía con la naturaleza. Que todo el mundo tenga pan, educación, sanidad y amor universal. Que no haya diferencias entre razas, entre clases sociales, entre géneros, y que no veamos a los demás como una amenaza. Que sepamos elegir el camino adecuado para progresar en el mundo dirigiendo nuestros recursos siempre hacia donde más se necesite. Que dediquemos nuestro tiempo a hacer lo que más nos guste y que más aporte a los demás. Que tengamos suficiente tiempo para dedicarlo a los nuestros y a nuestras aficiones. Que tengamos mucho amor, muchas amistades, mucha familia bien avenida. Que no nos vayan calentando la cabeza. Que nos enseñemos a ser libres de verdad, tolerantes, que conectemos de verdad con nosotros mismos y que descubramos el sentido real de nuestra existencia.

    Y me pregunto yo ¿y no es esto lo que quiere casi todo el mundo? ¿por qué vamos desviados de este camino? ¿Qué estamos haciendo y qué deberíamos hacer para ir directos a lo que queremos de verdad?


    La campana de Gauss

    Si yo tuviera un dios, creo que sería la campana de Gauss. Para el que no haya oído hablar de ella, lo que viene a significar en estadística es que para una población muy grande la mayoría de la misma va a ser de tipo medio, unos más tirando a la idea o característica A y otros tirando a la idea o característica B. Siempre habrá unos poquitos que destacarán mucho en la idea A y otros poquitos que destacarán en la idea B.

    Vamos, que al final la mitad somos de A y la otra mitad de B y unos pocos por ambos lados muy radicales.

    Ya veremos más adelante, mis razones de porqué creo que es tan importante esta campanita, entre tanto, voy a hacerle un altarcillo...


    Respuestas urgentes para nuestro mundo

    Voy a hacer aquí una lista para los temas que, bajo mi punto de vista, requieren respuesta urgente por parte de la sociedad.

    Aquí hago mi primera apelación a la campana de Gauss. No valen nuestras soluciones particulares por buenas que nos parezcan, porque probablemente, la mitad de la población va a estar en contra de ellas y la otra mitad a favor. Creo que las soluciones tenemos que madurarlas entre todos.

    Bueno, pues aquí está la lista:
    • Establecer una forma de gobierno que nos permita ser libres.
    • Cuidar los recursos naturales y asegurar una sostenibilidad para las próximas generaciones.
    • Conseguir un manejo de los recursos económicos transparente y orientada realmente al bienestar de las personas.
    • Orientar nuestra existencia a lo que realmente queremos ser y hacer.
    En otras entregas hablaré de mis propuestas...

    La nueva revolución digital

    Gracias a Internet se está consiguiendo que cada vez más gente ponga en común sus ideas con los demás. Aportan sus ideas y son enriquecidas. La revolución de verdad está por llegar, porque las conclusiones ahora se quedan en microcomunidades que no conectan con las demás. Cuando realmente se puedan consolidar todas las ideas, la red podrá reducir el poder de los poderes fácticos actuales: la banca, los políticos y los medios de comunicación.

    Si advierto de dos riesgos. El primero de ellos es que si esta red no es utilizada por todo el mundo, se puede dar la posibilidad de que unos pocos, minorías muy activas, dominen a los demás. El segundo riesgo, es el más difícil de gestionar, es que democracia no siempre es racionalidad y cordura. Podemos acordar entre todos tirarnos al abismo, puede que sea democrático, pero cuando estemos cayendo quizá pensemos que eso no era exactamente lo que queríamos. Conviene que haya mentes pensantes y preclaras de todas las tendencias políticas y que representen equilibradamente a toda la sociedad (otra vez la campana de Gauss).

    Pero bueno, creo que esto es para pasado mañana... ¿o van las cosas más aprisa y no me he enterado?



    ¿Por qué sólo se puede arreglar entre todos?

    La sociedad, grosso modo, tiene dos formas de pensar diferenciadas, que se han venido en llamar izquierdas y derechas. También, y bajo mi punto de vista, más sabios, hay unos pocos no alineados y personas que se mueven a caballo entre un lado y el otro y toman de cada lado lo que les parece oportuno.

    Pero pienso que la mayoría de la gente, jaleados por los políticos que más parecen entrenadores de equipos de fútbol que otra cosa, acaba tomando partido por una de las dos alas.

    Cuando hablamos, no solo hablamos en nombre nuestro, sino de nuestros padres, nuestros sentimientos más profundos, nuestras vivencias... y negar nuestros izquierdismos, derechismos o el tenderete que nos hayamos montado es casi como negar nuestro propio ser. ¡Con lo bien que habíamos edificado nuestra estructura mental y viene un cretino a desbaratarlo! ¡Destrúyase dialécticamente al atacante! ¡Da igual si tengo razón o no y si el otro tiene que aportar algo! ¡Liquídesele, a ser posible, físicamente!

    Luego está el inocente, que cuando habla sube el pan. Dice algo y provoca la tercera guerra mundial. Impasible el ademán. Ni se da cuenta. A todos nos habrá pasado alguna vez.
    Al buscar soluciones, creo que si no superamos esos sentimientos y no subimos un peldaño, solo podremos hablar y entendernos con quienes piensan casi como nosotros. Haremos un edificio sólido, pero sin ventanas al exterior. Creeremos que nuestra alternativa es la mejor para la sociedad, la más democrática, libre y tolerante. Apelando a mi querida campana de gauss, la otra mitad de la población no estará conforme con las soluciones aportadas. Las propuestas serán entonces aplicadas, como dictadura, por la fuerza en contra de media población hasta que el régimen caiga, o bien, en democracia, serán aplicadas durante unos pocos años, generando tensión entre la gente y alegrándose intensamente el otro ala cuando caiga el gobierno anterior, tras la generación de pequeños disturbios (teas parties, nunca mais y cosas de pelaje similar, que se vaporizan una vez conseguido el objetivo fijado).

    Cuando trate cada una de las soluciones a los problemas de nuestra sociedad se verá esto de forma más relevante. Pero pongo aquí un ejemplo.

    Los ecologistas dicen que estamos consumiendo recursos de forma exagerada, no estamos tratando bien la naturaleza, que nos dirigimos hacia formas de vida antinaturales y que no estamos creando un mundo sostenible. Hasta ahí bien. Casi todos de acuerdo.

    Los amantes del progreso, por ponerles un nombre, consideran que, gracias al esfuerzo personal, podemos hacer este mundo más próspero, reduciendo distancias, luchando contra la enfermedad, aumentando el confort personal, mejorando la calidad de vida, crear destinos de ensueño. Creo que también casi todo el mundo se apunta a esto.

    Pero cuando los primeros dicen de los otros que son insolidarios, depredadores, contaminadores y avariciosos, mientras que los otros dicen de los unos que son cínicos, vagos y aprovechados entre otros exabruptos, pues ya la tenemos montada... se crean muros que crean división. No hay puntos de encuentro, cuando resulta que todo el mundo quiere vivir lo mejor posible en un paraíso natural.

    Ah, y a mi no vale la excusa de que con los poderosos no se puede razonar y que hay que actuar sin consultar. Y lo digo, porque hay poderosos, en la sombra, en ambos lados. El pueblo, al completo, unido jamás será vencido y sólo así podrá alcanzar sus destinos.

    En próximas entregas propondré mi visión para dar soluciones a esta sociedad...
     
     

    domingo, 24 de julio de 2011

    Atrapados en la red

    Aquel día, me encontraba muy cansado. Había trabajado intensamente a lo largo de la semana. Había dormido poco y además no había parado de salir. Era ya la medianoche, pero no podía evitar abordar una vez más mi ordenador, compiuta o la pisi que dirían algunos.

    Ya quedó atrás la sosegada lectura de un libro a la luz de una lámpara. Contemplaba la librería poblada de decorativos libros, sabedor que tarde o temprano desaparecerían. Un día quizá habría un apagón global que mandaría todo el saber de la humanidad a hacer puñetas.

    Pero yo me centré en mi ordenador. Tenía ahí mis colecciones de afectos... los feisbucs, los linquedines, los mesenlleres, y sin olvidarnos, por supuesto, de los jotmeils dentro de la netguor global.

    Mi cansancio iba en aumento. No era buena noche, porque no salía el típico numerito de nuevos mensajes sin leer, aunque fueran de anuncios chorras.Siempre se agradecían por la emoción que implicaba antes de desvelar su verdadero contenido.

    Mi cabeza se empezaba a bambolear, me dormía y me despertaba. Volvía a ver la pantalla, la dejaba de ver. Hasta que finalmente caí, mi cabeza se quedó mirando al teclado y al final mi mente empezó a navegar libre.

    Tras un momento de confusión inicial, sentí que mi cuerpo caía por un túnel oscuro, rebotando, hasta que, finalmente, caí a una especie de calle llena de luces y personas al estilo Blade Runner. Delante de mí, vi unas escaleras y unas columnas muy antiguas, al estilo Partenon griego. En el friso ponía en letras de mármol, que alguien se había ocupado de pintar de azul, la palabra “Facebook”.

    Me levanté del suelo y semiflotando y semiandando me metí para dentro. Había un portero muy simpático que estaba leyendo el Marca a la luz de un flexo. Me pidió que le dijera el santo y seña para pasar. Entré así a un pasillo muy largo con luces redondas como las de los barcos. En una puerta vi mi nombre y me metí para dentro.

    Era una sala grande. A la izquierda, había unos cuadros que iban desde el suelo hasta el techo, en cada uno de ellos había una cara y arriba del todo ponía... “amigos”.

    - ¡¡¡Buenas noches!!! me dijeron todos al unísono con un rictus que parecía sonrisa.

    - Buenas noches. Les conteste yo. Pero... ¿qué hacen ahí colgados de la pared?

    - Pues ya ve usted... resulta que un día tomó usted la decisión de hacerse amigo de nuestro amo. Le fotocopiaron y nos generaron a nosotros que estamos condenados a estar aquí clavados.

    - Vaya, lo siento por ustedes. Debe ser incomodo estar ahí plantados todo el día.

    - Bueno, tampoco crea usted. Cuando está usted en otros haceres, nosotros nos descolgamos de aquí y nos ponemos a nuestras cosas. Organizamos de todo, jugamos a las cartas, partiditos de fútbol, sacamos cintitas y bolitas de perrifláuticos y nos ponemos a practicar. Alguno lee un libro, y manualidades de todo tipo, oiga,realización de maquetas de barco, aprender guitarra, ganchillo... Hasta algunos días al año hacemos juegos florales y nos dedicamos a hacer poesía.

    - Entonces no están ustedes nada mal. Se lo pasan bien.

    - Sí salvo las veces que su excelencia se va a cenar y deja la pantalla abierta. Nos tenemos que quedar estáticos como los actores callejeros, con la sonrisa en la boca sin parar. Cuando su ilustrísima se va nos quedamos con la cara dolorida.

    - Créanme que lo siento, no era mi intención crearles ese esfuerzo. La próxima vez intentaré cambiar de pantalla más a menudo.

    - Se lo agradecemos... y, por favor, no se enfade con ninguno de sus amigos, porque si nos quitan de medio acabamos en la nada. Nosotros aquí estamos a gusto.

    - Cuenten con ello.

    El clon de una amiga mía, que hacía tiempo que no veía, de repente, me cogió del brazo desde media altura de la pared y tiró fuertemente de mi levantándome del suelo.

    - Ven aquí. Hay más gente por aquí dentro.

    El tirón fue intenso y entré por el ventanuco donde estaba ella. Con sorpresa vi que caía en una sala más grande que en la que había estado al principio. Desde el suelo miré a la pared. Estaba lleno de más caras, distintas a las que había visto antes. Como mi amiga era muy sociable pues resulta que tenía 1.432 amigos, mil cuatrocientos treinta y dos amigos... por lo que el muro llegaba hasta la altura de un piso veintidós. Todos me dijeron a la vez: ¡¡Buenas noches!! palabras que retumbaron en mis oídos.

    Para mi sorpresa vi que aquello era un universo infinito. Había mesas luminosas con pergaminos antiguos clavados con chinchetas electrónicas. En ellos aparecían preferencias de mi amiga, páginas que seguía, cantantes que admiraba.

    Tenía una página de "Ramsés II" que me llamó la atención. Metí la cabeza como quien sumerge su cabeza en el agua, si es que hace alguien alguna vez la tontería, y miré dentro. Había un espacio inmenso. Grandes pirámides, inmensos edificios sin paredes, solo suelo y techo donde se veían infinitas imágenes de la vida habitual de los Faraones, del pueblo llano, del tiempo de las benéficas inundaciones del Nilo que aseguraban las cosechas, de guerras, de construcción de pirámides... Me entró vértigo y saqué la cabeza.

    Volvía a estar en la sala. Miré a la pared que estaba enfrente de los amigos. Estaba llena de pequeños cuadritos. Me tuve que acercar mucho para verlos mejor. ¡¡¡¡ Eran fotos!!! miles de ellas. Había de todo... viajes, noches de marcha, bodas de amigos, paseos por la montaña...

    Yo me divertía metiéndome y saliéndome de ellas. De repente entraba en una playa del Caribe o en mitad de una celebración. Como normalmente no entraba nadie, les pillaba desprevenidos. Los clones se daban mucha prisa en recomponerse y quedarse clavados. Eso sí. Todos muy educados. Buenos días, Buenas tardes y Buenas noches, en función del lugar donde se estaba celebrando el evento. Algunos debían estar muy cansados, como aquel que estaba trepando por una pared vertical de una montaña. Pero bueno, es lo que había, es lo que le tocaba hacer en esta vida virtual.

    Vi de refilón que en la sala había una zona de tam-tams... deduje fácilmente que era la zona para muros, chates y demás mensajes virtuales.

    Decidí salir de allí. Me había cansado de Facebook. Me estaba despidiendo del portero y salí a la calle.

    Por allí iba gente corriendo como desesperada, otros en bicicleta y alguno en moto. Como un japonés que pasó rozándome.

    - Pero ¿dónde va esta gente corriendo como desesperados? Le pregunté al portero.

    - Esa es la gente navegando por la red. Como no salimos de pobres y tienen ansia pues van corriendo de una aplicación a otra. Acaban extenuados.

    - Ah ,vaya, y los japoneses esos que corren tanto ¿a dónde van?

    - Pues a los mismos sitios, lo que pasa es que tienen redes de lujo y se pueden permitir la moto. Tenía que ver usted a los africanos. Mucho tener corredores de maratón que van a toda leche con los pies descalzos por la sabana. Pero aquí, los pobres, van como tortugas, a cámara lenta.

    - Vaya, pero bueno, al final acabarán llegando a sitios y sacarán algo en claro.

    - Sí, sacarán en claro lo mismo que usted y yo.

    - Oiga. ¿Y qué son aquellas dos montañas con tantas torres de obras?

    - Esos son dos ciudades nuevas que están construyendo, Googleville y Appleville. Están haciendo a todo velocidad las más sorprendentes edificaciones. Con maravillosas sorpresas que nos llevarán a destinos nunca soñados. Dicen que allí tienen nuevas especias, oro en grandes cantidades, perfumes, cuernos de marfil, espejos y abalorios... Crípticas inscripciones llenan sus paredes con significados clave para la humanidad.

    - Suena interesante, espero algún día ir allí.

    - Sí pero mire más lejos. Hay más montes, mucho más lejanos. Tapizados de bosques. Territorios desconocidos.

    En ese momento, entendí, que lo que desconocíamos era mucho más de lo que conocemos. Comprendí que nadie tenía las claves de nuestro pasado, de nuestro presente y de nuestro futuro. Que, ante el territorio de lo desconocido, todo pensamiento podía ser válido o falso...

    Me despedí del portero y seguí mi camino. Entré en un barrio que se llamaba “Área de buscadores de pareja”.

    Hacía tiempo que había renunciado a esos buscadores. Sin embargo, vi una construcción que parecía un hiper donde ponía “Meetic”, y me metí para dentro.

    Como estaban de promoción, el segurata me dejó entrar gratis. Había una zona de carritos. Y vi que cada persona que entraba, cogía el suyo.

    Era fácil encontrar las cosas, porque había unos cartelitos arriba de cada lineal donde ponía “Rubias” “Morenas” “Pelirrojas”. Todo por países, por ciudades... muy bien organizado.

    Pregunté cómo funcionaba esto a un señor que llevaba el carro ya lleno.

    - Disculpe, buen hombre, ¿Cómo funciona esto?

    - Ah es muy sencillo, verá las estanterías están llenas con dados de 30 cm de lado cada uno. Son jaulas de cristal donde está atrapada una chica. Por la parte de atrás, hay unas inscripciones en las cuales, la buena mujer se intenta vender como puede. Las chicas más ingeniosas hacen a medida el diseño de sus cajas, las hacen de colorines, con puntitos luminosos, alguna hace algún sonido agradable, o la caja pega pequeños saltitos en el lineal del hiper. Yo como soy muy básico cojo cajas a tutiplén sin mirar mucho.

    - Bueno, es interesante. Pero oiga ¿no cree que lleva demasiadas cajas? Se le van a salir del carro y se van a caer al suelo.

    - Ya lo sé, cada día que vengo cojo más y más cajas. Me olvidaba decirle que tienen debajo un rasca y gana. Rascas y te ve la chica, y si le gustas... ¡flas! Aparece a tu lado. Yo es que soy muy feo y cada vez que me ven se horripilan y se meten para dentro. Yo sigo probando a ver si suena la flauta por casualidad.

    - Bueno, pues parece tarea ardua.

    - Sí que lo es. Además, hay señoritas que llevan atrapadas en la cajita 10 años sin salir. Oiga y alguna no me cuenta toda la verdad. Bueno, yo igual, yo siempre que entro aquí, me pongo el bisoñé.

    Tras despedirme del señor, probé a coger una de las cajitas al azar. Había una chica pegando saltos dentro de la caja, hacía juegos malabares y cada cierto rato cogía un micrófono y se ponía a cantar. Sabía que alguien se había fijado en ella, pero no le veía, tal vez el Ken de sus sueños. ¿O sería como las diez mil visitas anteriores? Ver a diez mil pretendientes y no decidirse por ninguno, hay que ver...

    De repente note un fuerte dolor en el cuello. Lo primero que vi fue un teclado. Había dejado mi nuca en posición imposible durante esa media hora que me había quedado dormido. Fin del viaje. Un aire fresquito entraba ya por la ventana. Miré al frente. Decenas de caras con su mejor sonrisa me miraban. Me pareció que me hacían un guiño. Era hora de acostarse.


    Mientras me iba a la habitación. Yo recordaba lo soñado ¿y si nos juntáramos todos, amigos y allegados alrededor de una mesa larga larga, o mesa redondísima, queridos todos, familia toda, alegre conversación, profunda conexión. ¿Qué tal en una azotea de una casa en un pueblo blanco al lado del mar? Es de noche y la luna llena sale sobre el mar. Desde la terraza se ve todo el pueblo, el puerto de pescadores y el perfil de la costa. Con algo así, como que dejo el ordenador apagado y metido dentro de un baul cerrado. La llave no me la trago que es indigesta, mejor, la tiro bien lejos al mar un ¡chof! refrescante como el chapuzón que me quiero dar.

    jueves, 23 de junio de 2011

    Amor divino vs Amor profano

    Supongo que todos nos hemos enamorado alguna vez, o al menos así lo hemos creido. Es un sentimiento intenso e inexplicable que hace que nos transformemos y que veamos la realidad por un cristal diferente (distorsionado, pero no más que el cristal que teníamos anteriormente, simplemente tiene otras rugosidades). En algunos casos habrá personas que mantengan este estado de forma permanente y ni siquiera se lleguen a plantear su inexistencia. Otros lo pueden haber sentido en el pasado pero ya olvidaron y ven imposible volver a revivirlo. También están los que se sintieron defraudados y vararon sus naves. El que se siente en esta última situación puede que considere que el amor no existe, odia por el fraude que cree haber recibido, intenta demostrar a los demás que es un engaño de la naturaleza, aunque en su interior más profundo tenga un anhelo de amar para sentirse persona completa.

    Si la educación recibida no le ha permitido desarrollar su emocionalidad, puede que no crea que pueda llegar a existir el amor. Se puede llegar a sorprender si un día aparece de repente porque no se lo esperaba. Se producirá en él una transformación interior que le desconcertará.

    El amor está rodeado de una serie de emociones y química que puede ser de lo más aburrido investigar y demostrar ¿para qué? basta con disfrutarlo y no pasarse la vida intentando demostrar su existencia. Supongo que si no se le dan demasiadas vueltas, al final, las cosas irán mejor. Cada uno que opine lo que quiera.

    Bueno, igual que hablamos de amor entre personas, está también el amor a ¿Dios? ¿dios? ¿espíritus? Quería hacer una comparativa meticulosa entre el amor humano y el amor divino, pero prefiero que cada uno haga su lectura. Invito a releer otra vez los párrafos anteriores sustituyendo el amor profano, entre personas, por el amor divino, a Dios. Y recordando, además, una frase de una película... "el que odia, ama y el que ama... a la cama"... al altar?

    sábado, 4 de junio de 2011

    Sección de canciones olvidadas o nunca conocidas: Estás tan muerto

    Del ochentero grupo pop español "Mamá". "Estás tan muerto". Para que no olvides las promesas de comerte el mundo que un día hiciste y luego no cumpliste. Sal de tu casa y ponte ya a bailar...

    http://www.goear.com/listen/aaebc83/estas-muerto-mama

    jueves, 2 de junio de 2011

    Sección de nuevos inventos: el reconocimiento de voz

    Recuerdo que el curso que he hecho más rentable en mi vida fue uno que hice con 17 años. Quedábamos un grupo de chicos y chicas por aquellos días. Y a pesar de los impulsos hormonales, tuve la fuerza de voluntad de recluirme a la hora punta del adolescente, a eso de las 6 de la tarde, para ir a un curso de mecanografía rápida.

    Gracias a ese curso, he podido escribir siempre a toda velocidad, cuando hacía escritos, correos, permitiendo que las ideas fluyeran al tiempo que las iba escribiendo. Mientras veo a la gente a mi alrededor gastando gran parte de su tiempo en encontrar la tecla adecuada mirando el teclado, luego la pantalla, luego un texto que tienen al lado...

    Hoy escuché que la nueva versión de Windows, el Windows 8 que va a salir el próximo año, va a venir con reconocimiento de voz. Aunque ya lo han intentado más veces, el tema no ha salido del todo bien. Si esta vez sale bien...

    Tendremos la posibilidad que todo el mundo inmortalice y comunique sus ideas a gran velocidad, djarms d eskribir d frma rara, mejoraremos nuestro lenguaje hablado, porque cuanto mejor hablemos, mejor se entenderá lo que queremos enviar. Podremos acompasar lo que pensamos con lo que escribimos y tendremos más tiempo para otras actividades. Sobre todo a nivel de trabajo, a nivel personal siempre habrá más relajo.

    Será una revolución silenciosa, no será impresionante, pero síun cambio sustancial, al tiempo...

    domingo, 29 de mayo de 2011

    Una noche en la isla

    Estoy en la pista de despegue. Es una tarde tranquila. Una suave brisa fresca primaveral entra por la ventanilla de mi avión, que no me canso de recibir en la cara. Por ella se cuelan los murmullos de la tarde. Los típicos de las madres con sus niños, balones, gritos, algún pájaro esporádico, un lejano ruido de los coches en movimiento que recuerdan que estoy en la gran ciudad. Entra el olor a lavanda y a hierba también. Mi avión no tiene sólo dos alas, sino muchas de diversas formas y geometrías y que se mueven solas. No esperan más aviones en la pista, así que mi avión despegará cuando el quiera, cuando lo hace no me doy cuenta. Miro por la ventanilla y veo que estoy volando. Con tantas alas que tiene puede volar de muchas maneras y nunca sé donde me va a llevar. Alguna vez hace vuelo rasante y acrobacias que me inquietan, pero, por fortuna, suelo tener viajes sin sobresaltos y placenteros.

    El vuelo ya ha empezado, quedan atrás las madres, los niños, las lavandas y los coches. Casas cada vez más pequeñas. Moles de hormigón vistas desde el aire que alicatan la ciudad. Entro en un mar de nubes. Son de muchos colores, que iluminan de arco iris la cabina de vuelo. Por panel de mandos tengo una mesa de madera, por parabrisas tengo una ventana que me da aire y una cortina bamboleante me protege del mortecino sol de la tarde.

    Dejo atrás las nubes multicolor alumbradas por el sol de poniente en múltiples irisaciones y movimientos. Estoy llegando al destino... una isla remota en un océano incógnito de intenso azul, a miles de kilómetros de la última tierra habitada.

    Encuentro una explanada tapizada de verde que me sirve de pista de aterrizaje. Me bajo de mi nave y miro a mi alrededor. Es el mismo sol que había dejado atrás. Nubes rojizas que adornan el cielo. Tonos de azul en diversas gradaciones que se pierden en el horizonte. Aunque parece que estoy sólo, tengo la sensación que hay alguien a mi alrededor.

    Comienzo a avanzar, y noto un olor a mar. He aterrizado cerca de unos acantilados que frenan el ímpetu orgulloso de las olas que son desmenuzadas en millones de minúsculas gotitas que viajan hasta mi. Me aproximo al borde del mismo y veo los rompientes. Es una imagen que se sucede ininterrumpidamente desde hace millones de años. En ese momento me siento intemporal. Ajenas a las inquietudes humanas, las olas seguirán batiendo las rocas como ya lo hacían un millón de años atrás o mil millones atrás, cuando nuestro sol, en sus mocedades, era más pequeño y menos luminoso. Veo también el sol que cae, me produce melancolía, pues no todos los sueños e ilusiones que durante el día nacieron seguirán. Sin embargo, mañana, un sol más intenso, si cabe, alumbrará nuevos proyectos que producirán nuevas ilusiones. Siempre habrá un rincón para el recuerdo, lo que no pudo ser, la persona querida que desapareció, pero la vida, como en toda primavera, volverá acaso con más fuerza.

    Sigo andando. Ya empieza a oscurecer. Mi avión se ha camuflado en la hierba, es muy listo y le ha salido pelo verde que le oculta. Ahora es indetectable, me esperará todo el tiempo que haga falta. Las primeras estrellas ya van apareciendo en el firmamento. Estoy viendo una luz que se produjo hace miles de años, cuando se construyeron las pirámides de Egipto o quizá cuando César gobernaba en la antigua Roma. Y yo estoy aquí, enviando una luz muy tenue que alguien verá en un preciso instante muy lejano, cuando yo ni siquiera sea un recuerdo. Me sigo preguntando ¿Dónde estaré en ese momento? Quizá viajando a través de otra dimensión sea testigo de excepción, desde aquel lejano mundo, de lo que ahora va a acontecer aquí. Esa incertidumbre sobre lo que tiene que venir me hace sentir una emoción por el futuro.

    Empieza a refrescar y entre los colores cada vez más apagados del véspero, veo una luz a lo lejos, se encuentra en una playa a no mucha distancia. Me dirijo hacia ella con viva excitación ¿qué será? ¿quién me espera allí? También siento inquietud, tal vez no me reciban amigablemente. De cualquier forma, voy a ir. Atravieso una llanura de hierbas altas, perfumadas, que obedientemente se mueven a merced del viento dejando un murmullo apagado que envuelve el valle entero. La distancia es cada vez más corta. Las olas que rompen en la playa ya se escuchan cercanas. La luz gana en intensidad, pero cada vez está más oscuro alrededor.

    Finalmente, llego... hay una hoguera encendida en la arena, hay varias personas a su alrededor. Me acerco tímidamente, parece como si me estuvieran esperando.

    - Buenas noches a todos.

    - Siéntate, ponte cómodo, sé bienvenido.

    Les pregunto desde cuándo llevan aquí sentados.

    - Llevábamos largo tiempo esperando este momento. No había prisa, pero finalmente has aparecido.

    - ¿Largo tiempo?

    - Somos un producto tuyo, nuestro pasado no importa. Lo que hicimos ayer o anteayer. Pero hemos estado aquí esperándote. Este es un gran momento.

    Yo me siento sorprendido por lo que comentan. Me siento entre ellos. Al principio estaba deslumbrado y tenía dificultad para ver sus caras. A la luz de la hoguera intensa, cada minúsculo palo que se quema se ve perfectamente, no hay ninguna duda en su forma, se ve con todo detalle. Sin embargo, cuando miro detrás de mi, la oscuridad es prácticamente total sólo a pequeña distancia es posible ver algunos detalles de forma muy tenue. Noche sin luna.

    Finalmente, veo sus caras. Reconozco amigos de la infancia, personajes conocidos de las revistas, de los telediarios, familiares, amigos actuales... Son las mismas caras y distintas a la vez. Es toda la humanidad la que me habla.

    - Tenemos poco tiempo para hablarte. Tú tendrás que volar en breve a tu mundo real y tenemos que transmitirte un importante mensaje para la humanidad. Esperemos que lo puedas transmitir bien. Quizá no vuelvas por aquí.

    - Haré todo lo posible por transmitirlo bien. Creo que desde hace tiempo me estabais llamando.

    - En efecto. Es un mensaje especial.

    Yo les veía las caras, había inocencia en sus miradas. Me sentía sorprendido. Eran como yo en mis mejores momentos. Políticos, ácratas, banqueros, menesterosos, competitivos colegas de trabajo, compañeros, religiosos, anticlericales, pacíficos, violentos, soldados, terroristas, amas de casa, ladrones, criminales, víctimas, dictadores, demócratas, negros, blancos, tranquilos, alterados, bebedores, fumadores, comedores, drogados, traficantes, rompecorazones, corazones rotos, vendados, blindados... aburridos, animados, feos, guapos, empresarios, currantes, ecologistas, contaminadores, agricultores, corredores de bolsa, cantantes, pintores de brocha fina y brocha gorda, corruptos, moralistas, inmorales, vagos, trabajadores, fuertes, débiles, sensibles, duros, nerviosos, tranquilos, obsesivos, padres, hijos, solteros, casados, dormilones, insomnes, mentirosos, sinceros, tontos, listos, enfermos, sanos, pobres, ricos, europeos, africanos, sufridores de guerras, degustadores de tiempos de paz, deportistas, sedentarios, solitarios, abandonados, amigables... estaban todos...

    - ¿Qué queréis contarme?

    - Ya te estamos diciendo cosas ¿no lo ves?

    - Veo las etiquetas de cada uno, pero no veo vuestra maldad. Me transmitís paz, o ¿es quizá la paz que un día tuvisteis y que solo una parte de vosotros, los más sabios o los más afortunados habéis sabido mantener?

    - Somos los mismos de siempre. Una parte de nosotros, por pequeña que sea, es como la ves ahora.

    - ¿Y qué hacemos con vuestra parte oscura? ¿Sobra o sirve para ir a algún sitio?

    - Esa pregunta sólo la puedes responder tú, o cada una de las personas del mundo ¿con qué te quedas de nuestra parte oscura?

    - Fíjate que más allá de esta hoguera la oscuridad lo envuelve todo. No va a amanecer todavía.

    - Soy incapaz de saberlo, hay algunas partes que claramente las eliminaría, otras no lo tengo tan claro, algunas seguramente pueden ser bastante útiles. Además si fuera otra persona la que decidiera, seguro que haría una elección diferente.

    - En ese caso, lo que no eliminaras ¿no sería parte oscura?

    - Bueno, no sería parte iluminada. Quizá sería otra cosa que no tengo claro cómo definir. Algo que te hace crecer pero no sé si para conseguir algo interesante o no. Además, puede que cosas que para mi no sean buenas sí lo sean para otros. No sería quién para juzgar.

    - ¿Te atreverías a establecer un código universal?

    - Me parece difícil, cada uno está en su lucha y lo que le parece justo a otro le puede parecer muy injusto. Podría también pensar en las causas que benefician a más gente. Sin embargo, en muchos casos puede ocurrir que una causa que aparentemente beneficia a pocos, a largo plazo beneficia a muchos. Habría que analizar muy en detalle y no siempre hay tiempo o conocimientos para hacerlo. Complicado...

    Comprendía en ese momento que en muchos casos las personas estaban en atolladeros de los cuales les costaba salir, habían llegado allí a saber de qué manera. Desconocía su sufrimiento interior, pero no podía justificar el dolor que podría infringir en otros.

    Finalmente, me di cuenta que era yo quien tenía que decidir el mensaje, ellos me habían puesto los hechos en bandeja, pero era yo el que tenía que concretar. En esto que hablé:

    - Bueno creo finalmente, que por difícil que parezca a primera vista y por complicada que sea la comprensión, y siendo consciente que pocas personas entenderán el mensaje (yo mismo, no lo entenderé la mayoría de las veces) creo que todas las personas desde dictadores a jugadores de petanca de un pueblo tienen su porción de bondad y como seres humanos que son, han venido a este mundo a realizar un papel para revolver a la adormecida humanidad y acercarla a instancias superiores como reacción a quién la quiere llevar a instancias... inferiores. Muchas veces no entenderemos las explicaciones. No aceptaré, con mi corazón, por el camino del amor, situaciones que crea abusivas y que perjudican a la humanidad, empezando desde mi pequeño entorno, pero intentaré mostrar respeto profundo por cada una de las personas. Admiración por el que crea que se acerca más a mis ideales; con ganas de pegar una bofetada para espabilar a los que son malvados y se dan cuenta de ello, o no se dan cuenta, o me la pegaré yo si en lugar de ser malvado quien crea yo que lo sea soy en realidad yo el malo. Sentiré tristeza por el que echa su vida a perder, y enreda a los demás, empezando por mi mismo, cuando en pequeñas o grandes cosas pongo mínimas o inmensas piedras a la humanidad para que avance, aunque alguien habrá que finalmente las convertirá en gravilla. Nadie es mejor que yo, ni peor. Haré juicios pero nunca podrán ser absolutos. Pero deberé actuar con firmeza aunque tenga que reconocer con el tiempo que me he equivocado y quizá intente torpemente rectificar.

    - ¿Qué camino podría tomar la humanidad?

    - Volver a empezar. Querernos y querer nuestro entorno, la naturaleza. No odiarnos y no pensar que nuestro mundo va hacia la superpoblación y la superpolución. Aún estamos a tiempo. El lenguaje del amor podrá deshacer toda injusticia. Aunque solo sea un poquito, si aplicamos dosis de amor algo desharemos del entuerto universal y nos sentiremos mejor.

    En ese momento, una sucesión de imágenes pasaba por mi mente. Anarquistas que reconocían la habilidad del banquero para manejar recursos económicos y que reconocían su propia ignorancia en economía y banqueros que alababan el libre pensamiento de los ácratas y entendían su visión que no los aprisionaba en los recursos económicos y en la avaricia. Clérigos que alababan la amplitud de miras morales de los que denostaban la religión, mientras estos últimos reconocían el valor de la espiritualidad para el ser humano y la importancia para su extensión que tenían las religiones.

    Colectivos difíciles de calificar según donde estuviera uno: soldados, terroristas, políticos, dictadores... que finalmente entenderían el daño causado a la humanidad. Tantas cosas... Rompecorazones que entendieran a la otra parte...

    Finalmente, llegó el momento de mi partida. Me despedí de ellos. Llevaba un bagaje que intentaría trasladar a la humanidad. Sonaba pretencioso pues quizá miles o millones o miles de millones de personas recibieron el mensaje de una u otra manera.

    Ya en mi avión peludo volvía hacia el hogar. Me preguntaba mientras aterrizaba si el amanecer del qué me hablaban mis compañeros de noche llegaría pronto. Lo que creo seguro es que un día llegará.

    miércoles, 4 de mayo de 2011

    La tauromaquia

    Hoy voy a hablar de la tauromaquia con todo el respeto del mundo. Sí, a mi tampoco me gusta que muera el toro en la plaza pero no he venido a hablar de eso. Tampoco quiero pensar que son fiestas primitivas que nos convierten en salvajes. No quiero tener complejos de quien nos critica... franceses que torturan ocas para hacer foie; ingleses, frances y americanos que tienen bombas atómicas para barrernos varias veces a todos... europeos todos que hacinan animales en granjas para posteriormente ejecutarlos sin juicio previo... aunque no voy a decir que tengan su parte de razón... pero no he venido a hablar de eso.

    Vengo a hablar de una fiesta ancestral que yo como profano, ciudadano poco ducho en toros (he ido dos veces en mi vida a una plaza de toros) me atrevo a interpretar en su significado profundo que se pierde en la antigüedad.

    Me sugiere la lucha ante la vida... el toro somos nosotros y el torero los avatares de la existencia. El toro sale animoso, inquieto. Se ve capaz de afrontar todas las dificultades.

    El torero le atrae con señuelos que le ciegan y una vez tras otra es engañado.

    Torero de luces, simboliza la hombría y el valor, pero a la vez, es ambiguo, elementos femeninos le cubren: traje rosa, medias ajustadas, brillos dorados.

    El cornúpeta también es ambiguo, símbolo de fuerza y virilidad, pero también la mujer que debe ser toreada por el torero macho

    Las banderillas le cubren, cada una es una lección en la vida. Sangre de sufrimiento pero adornado con vistosas banderillas de colores que recompensan el valor.

    Finalmente, con escasas fuerzas, pero con bravura, sin miedo ante la adversidad, embiste por última vez. Su muerte es gloriosa, pero no ha sido en vano.

    La tarde acaba y el sol se pone. Quizá asciendan a una dehesa celestial, donde todo el día puedan correr libres hacia otros horizontes...

    miércoles, 13 de abril de 2011

    Valencia

    Valencia, estás bañada por el mar y acariciada por las olas. Tu brisa fresca en mis siestas de verano es mi aliada . Regalo de azahar entre tus huertas inundadas. Viste pasar a fenicios, griegos, romanos, árabes y berberiscos piratas, todos te anhelan pero nadie te atrapa.

    Moros y cristianos en las estrechas calles de tus pueblos serenos se atizaban, donde castillos ya derruidos que un día se erigieron esplendorosos, comparten ahora el espacio con chumberas y zarzas.

    Ya pasó la guerra y llegó la paz, quedan tus calles en silencio, solo perturbadas en la tarde por algún gato insomne y un televisor lejano con una telenovela que es una lata.

    Valencianos, amigos del ruido y de la fiesta. La noche es vuestra sala de espera, para la reunión ritual de cada mañana. Amanecer en la playa y adoración al Dios Sol con churros, fartons y horchata. Sol agradecido bañas con tu luz que se refleja en tus ardientes arenas, agradecido refugio de parejas enamoradas.

    Tus campos exprimidos rezuman el gran regalo cítrico famoso en el mundo entero.Sorolla te pintaba, Serrat te cantaba, Blasco Ibañez te escribia... y yo, he hecho esta serenata...

    Me voy a la cama...